Las
personas cometemos muchos errores al tener una mascota en casa. Algunos errores
son involuntarios y otros dueños desleales lo hacen conscientemente, a
sabiendas de que están perjudicando a un ser vivo.
El error más común es tratar al perro como si fuera una persona. Se lo sobre protege y nunca se lo corrige, le dan todo y les permiten que hagan cualquier cosa. Y en el otro extremo se encuentran las personas que tratan a los animales con odio encerrándolos, golpeándolos, y alejándolos de todas las fuentes de amor y cariño porque para ellos no son más que un objeto de la casa. Pese a ello nuestros animales siguen siendo los más fieles a nuestro lado.


Sin embargo, los perros no manifiestan los comportamientos instintivos en cuestión, en forma indiscriminada sino que ellos deciden cuándo y hacia quien dirigirlos. Dicha capacidad de discriminación implica un grado rudimentario de razonamiento inteligente, más aún cuando los perros suelen utilizar estos comportamientos para influir e incluso manipular a sus dueños para obtener atención, comida o un paseo.

¿Cuál de estas dos visiones acerca de estos temas es la correcta? ¿Dentro del ámbito científico existen opiniones que avalen las afirmaciones recién mencionadas?
Para contestar el primer interrogante es necesario aclarar a qué nos referimos cuando hablamos de inteligencia, pensamiento, imaginación y sentimientos. Tomemos como ejemplo a la inteligencia. Una definición que tiene consenso entre la mayoría de los científicos es aquella que dice que la inteligencia es la capacidad de enfrentar símbolos, relaciones y nuevas situaciones o problemas y resolverlos de una manera adecuada. A partir de esta definición muchos sostienen que la inteligencia de los perros es más un mito que una realidad.
Sin embargo, desde la filosofía Aristóteles (384-322 a.C.) sostenía que la razón de los animales difería de la nuestra no por su naturaleza sino del más al menos. A su vez un científico prominente como Charles Darwin en su libro "La descendencia del hombre" sostenía que la diferencia entre la inteligencia de los seres humanos y la de muchos animales era cuestión de grado y no de clase. Más aún Darwin afirmaba que "las distintas emociones y facultades - como el amor, la memoria, la atención, la curiosidad, la imitación, etc.- de las que se jacta el hombre, se encuentran en forma incipiente y a veces bien desarrolladas en los animales inferiores". Otras autoridades científicas comparten esta visión de los hechos. El Profesor Donald Griffin (autor del libro Animal Awareness), el Dr. Stephen Walker (autor del libro Animal Thought) y especialmente una de las autoridades más conocidas y reconocidas en cánidos, el Dr. Michael W. Fox (autor de innumerables artículos científicos y varios libros) concluyen que los animales poseen, en grado variable, capacidad de razonamiento, sentimientos y comportamiento inteligente.
Sin más preámbulo a continuación les comparto tres libros GRATIS en formato PDF escritos por Cesar Millan, el famoso "Encantador de Perros". No olvides dejar tus comentarios.
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